Estrategia de cambio climático

El cambio climático es una de nuestras principales prioridades. Reconocemos la contribución del cobre a la creciente demanda eléctrica relacionada con la transición energética mundial y la necesidad de adaptar operaciones para reducir nuestras emisiones de GEI.

Como productores de cobre, proporcionamos una materia prima fundamental para tecnologías bajas en carbono y también hemos adoptado medidas para mitigar huella de carbono de nuestras operaciones. La innovación, planificación y resiliencia han sido claves en la transformación de nuestros procesos productivos y gestión de los riesgos asociados al cambio climático.

Evaluamos los riesgos físicos y de transición asociados a este fenómeno desde una perspectiva financiera para dimensionar su impacto en las acciones de corto, mediano y largo plazo. Este análisis es fundamental para fortalecer nuestra estrategia de adaptación al cambio climático y lograr nuestros objetivos de reducción de emisiones. Además, medimos los riesgos de transición para evaluar nuestro plan de descarbonización.

La mitigación y adaptación al cambio climático se gestionan sobre la base de tres criterios: control del riesgo, verificación del destino de los recursos de inversión y coherencia de la aprobación de proyectos con el precio interno del carbono. Nuestro objetivo es garantizar la continuidad operacional, razón por la cual la inversión en esta materia debe estar alineada con los procesos de todo el Grupo Minero.

El valor del cobre

El cobre es un elemento clave en los urgentes esfuerzos globales para detener el aumento de la temperatura del planeta. En este contexto, las tecnologías empleadas en la generación, transmisión y almacenamiento de energía limpia pasan a ser cruciales.

Tecnologías de este tipo requieren un mayor porcentaje de cobre que las vinculadas a la generación de energías fósiles, lo que convierta a este metal en un producto esencial para alcanzar la carbono neutralidad a nivel global.

Los objetivos de cero emisiones netas para 2050 están impulsando la demanda de cobre en un 82% entre 2021 y 2035, particularmente en los sectores automotor, transmisión y distribución eléctrica, y en la generación de electricidad.

Impactos financieros y otros riesgos asociados con el cambio climático

Promovemos la gestión efectiva de riesgos como parte de nuestra cultura y estrategia, reconociendo que son inherentes a nuestro negocio y, atendiendo a esto, los gestionamos utilizando un Sistema Integrado de Gestión de Riesgos que se basa en la norma ISO 31000 sobre gestión de riesgos y el marco de gestión de riesgos empresariales COSO1 ERM (Enterprise risk management framework o Marco de gestión de riesgos empresariales). El sistema se aplica en todas nuestras empresas, proyectos, actividades de exploración y áreas de soporte, para garantizar una visión integral de situaciones inciertas que podrían afectar el logro de nuestros objetivos estratégicos.

Priorizamos el potencial impacto financiero de la transición y los riesgos físicos asociados al cambio climático, así como las medidas de mitigación y adaptación. En este contexto, destacamos la ampliación de la capacidad de la planta desalinizadora en Los Pelambres, que permitirá duplicar el procesamiento del agua de mar para nuestras operaciones.