• “La transición hacia una economía circular es esencial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático”, se lee en la introducción de la última Guía para la fijación de objetivos en materia de eficiencia de los recursos y economía circular del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. “Al adoptar principios circulares, las empresas pueden crear valor para sus grupos de interés al tiempo que contribuyen al esfuerzo mundial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y los objetivos del Acuerdo de París.”

El concepto de economía circular representa un cambio significativo en los métodos tradicionales de producción y consumo, evolucionando desde la lógica lineal del extraer-producir-consumir-botar para favorecer la mayor reutilización y reciclaje posibles mientras que se limita el consumo.

Antofagasta aprobó la Estrategia de Economía Circular del Grupo a finales de 2022 para su implementación en 2023. Sin embargo, esto no marca el inicio de su incursión en la economía circular, sino que es la suma de varias iniciativas estrechamente ligadas a la Estrategia de Cambio Climático aprobada en 2020.

La empresa se centró en agilizar e implementar la Estrategia de Cambio Climático en 2021 y 2022. “A medida que avanzábamos, empezamos a detectar algunas necesidades que eran complementarias a la Estrategia de Cambio Climático, en las que necesitábamos profundizar”, explica Alejandra Vial, gerenta de Medio Ambiente de Antofagasta Minerals. 

“Así es como surgió la Estrategia de Economía Circular, como una cuestión muy necesaria y complementaria de cómo construimos resiliencia, cómo nos integramos con nuestras comunidades mientras que aumentamos la eficiencia. También está muy alineado con nuestro propósito de desarrollar la minería para un futuro mejor”, añade.

Para definir la estrategia, Antofagasta conformó un Comité de Economía Circular multidisciplinario, integrado por ejecutivos de áreas estratégicas de toda la empresa, para trabajar con el think tank de desarrollo sostenible Fundación Chile en la identificación de una visión integral y un modelo de gestión.

A continuación, el Comité definió tres pilares para la Estrategia de Economía Circular: reducción del consumo de recursos, extensión de vida útil de materiales y equipos y, conversión de residuos en nuevos recursos. La Estrategia se basa en cuatro pilares vinculantes: marco normativo y tendencias, vinculación con entorno, innovación y generación de una cultura circular.

Antofagasta está actualmente elaborando una definición de base de la Estrategia de Economía Circular y mapeando las actividades que ya se han implementado en sus operaciones. Una vez definido esto, la empresa podrá mostrar ejemplos específicos y concretos de la economía circular. “Creemos que será una forma mucho más didáctica, clara y motivadora de presentar la Estrategia”, afirma Vial.

Algunas de las iniciativas existentes son:

El Comité de Economía Circular espera desplegar el plan de trabajo de la Estrategia a mediados de año, según el vicepresidente de Sustentabilidad y Asuntos Corporativos de Antofagasta Minerals, René Aguilar. Al principio del despliegue de la estrategia, la empresa se centrará en conseguir resultados rápidos en la reducción, reutilización y/o reciclaje de neumáticos, aceites lubricantes, madera, metales, plástico, agua y energía.

Existen ciertos costos iniciales a medida que se definen y estudian los proyectos relacionados con la estrategia y se determina su viabilidad. Sin embargo, la extensión del ciclo de vida de productos y equipos, la optimización del consumo de bienes y materiales y la reconversión de residuos también pueden representar oportunidades para las empresas. “A largo plazo, pretendemos que esta estrategia suponga un ahorro y esperamos que tenga un efecto neto positivo desde el punto de vista social, además de mejorar nuestra gestión medioambiental”, afirma Aguilar.